El amor puede durar hasta el final pero, lo que si lo hará es tu hipoteca.
Y es que, aunque te separes, quien está obligado a pagar la hipoteca es quien la firmó y sólo hay una manera de librarse de la obligación de la hipoteca que firmaste:
Para ello, debes acudir al banco junto con tu ex pareja, y pedir que os hagan una modificación del obligado. La entidad financiera, estudiará si los ingresos de la parte que se quede con la vivienda y con la hipoteca son suficientes para asegurar la obligación. Una vez hayan aprobado la operación a nombre de tu ex pareja, entonces debéis ir al notario para hacer la separación del condominio y la modificación de la hipoteca.
¡¡Y NO DE OTRA FORMA!!